viernes, 26 de agosto de 2011

BLUE FAIRY- Una serie de Nadia Zeta


Ok amigos, esta semana mi amigaza Nadia Zeta dio FIN con broche de oro a su serie BLUE FAIRY .


¿Qué es BLUE FAIRY?

BLUE FAIRY es una historia creada por NADIA ZETA utilizando la plataforma de los SIMS 2.
Les linkiaria la pagina oficial PERO me han dicho que pronto se mudará y remodelará por lo que puedo hacer es dejarles aquí el link del CANAL de You tube donde se encuentra TODA la historia Visitar Canal de Blue Fairy

/////////// Reseña oficial: ///////////////////

Jillian Sapphire, es una chica de 25 años que ha tenido problemas en el amor durante toda su vida. El chico que desde niños había prometido casarse, murió tras un accidente tras caer de un árbol. El chico con el que tuvo su primer beso jamás la llamò para establecer contacto y su último novio Adam Kyler quiso aprovecharse de ella y su vulnerabilidad.
En Green Valley un pequeño pueblo que ha comenzado a crecer para convertirse en una gran ciudad existe un pequeño restaurante conocido como Blue Fairy. Hay una historia muy antigua que dice que la Mora Azul cultivada en el jardin de ese lugar tiene un misterioso secreto. "La Persona de corazón solitario que coma de esta tarta conocerá a unico y verdadero amor".
Trás comer un pedazo de tarta de Mora, Jillian es asediada por cuatro hombres que buscan conseguir su amor:
Vincent Beamount el Abogado de la Cantante Diana Valentine.
Aran Bedivere estrella cine y el idiolo del momento.
Duncan Lanford asistente de Aran e hijo de Adolf Lanford el hombre más rico del mundo.
Armand Hudson: Campeon de Tenis a nivel mundial.
¿Quién de estos hombres conseguirá el amor de la dulce e inocente Jillian? Descubranlo en Blue Fairy.
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Comentarios personales:
ADVERTENCIA- SPOILERS DE LA SERIE

Vi esta serie de principio a fin XD. Honestamente la reseña de arriba no le hace mucha justicia a lo que es la historia total, es solo la de la primera temporada.
Fue grato ver una historia romántica para variar (considerando que soy mas de drama y esas cosas) y como en muchas series me ha pasado, creo que todo va a seguir siendo muy lineal y rosa y de pronto BANG! suceden cosas que te dejan "O.o eeeh?? jamas imaginé que pasaría esto" y me tenía al pendiente de los siguientes episodios.

BLUE FAIRY tiene momentos de todo tipo XD, creo que disfruté los momentos más dramáticos, los de acción y muerte jeje qué milagro.

Debo ser sincera, la protagonista me pareció siempre demasiado dulceeeeeeee como para que me diera diabetes @_@, pero pues hubo muchos coloridos personajes en los que pude entretenerme XD.

Mi personajes masculinos favoritos fueron:
Duncan Lanford, tiene un no sé que que me gustaba de él XD, ademas que ese amor imposible y enredoso que tenía con Shien Tama le dio muchos puntos jajaja y luego para el colmo de males si se acuesta con ella pese a que esta casada Dx. PLUS la voz que tuvo en los especiales hablados fue genial.

Aran Bedivire, jaja fue más por comedia que otra cosa, es de esos 'rubios tontitos' pero encantadores que siempre dijo muchas ocurrencias que te sacaban la risa o sonrisa cuando menos XD. PLUS la voz que tuvo en los especiales hablados le dio muchos puntos.

Nigel, jaja un personaje super terciario pero no sé... de pronto me pareció adorable XD y muy valiente. Soy su fan #1 >< (me pasa, de pronto me caen bien los personajes menos esperados XD)

Adam Kyler, no podía faltar que me agradara el villano de la historia XD. Es de esos casos que al final resulta "Siempre te ame protagonista x_x y mucho de lo que hice fue para que me amaras", me recordó tanto al drama de NARAKU (en Inuyasha) que pues jajaja no me resistí XD, ademas que se salió mucho con la suyaaaaa, pero pues como muchos villanos obtuvo lo que merecía al final.. bueno no del todo, pero si quieren saber a que me refiero, véanla XD

Mi personajes femeninos favoritos fueron:
Shien Tama, quizá porque me sabía toda la historia detrás de su integración a la trama XD, ademas que en un mundo paralelo y muy distinto era enamorada de un viejo personaje mio que también reencarnará por otro lado (lo reciclaré pues). Pero independientemente de eso el diseño de la SIM siempre se me hizo HERMOSO... sin mencionar el drama marital de "Amo a Duncan pero me casé con este otro del que estoy embarazada y aún así le puse el cuerno" (bitch Dx) y cuando por fin parece amar al Marido el marido muere justo en ese momento jajaja dios eso es nacer con mala suerte jaja.

Nicole Ashleigh, formó uno de los muchos cuadrados /triangulos amorosos en la trama XD. Fue antigua novia de Vincent Beamont y tenía la intención de quitárselo a la prota juju. Pero luego pasaron taaantas cosas que solo puedo decir que me alegro que haya sido feliz al final XD
PLUS ella y yo compartimos algo en común juju.


TEMPORADA FAVORITA:
LA 3, ya que ahí hubo mucha acción, aventura, drama, peligro, jajaja nadie creería que lo que inició como una historia de amor y pasteles tendría una trama tan intensa como la tuvo al final XD que hasta dioses, magia y visitas al infierno hubo.

Sin mencionar que aquí nos damos cuenta que BLUE FAIRY es una historia dentro del mismo Universo de GOLDEN WARRIORS (uuuh hace muchos años de esto XD)
Jillian Sapphire termina siendo de las ultimas descendientes de Maurus de Zaikami (creo que así se apellidaba o.o...) uno de mis personajes favoritos de la serie nombrada XD...

OTRAS COSAS QUE GUSTARON:
-La música que acompaña cada episodio XD, la autora sabía como elegirla la verdad jejeje n.n

- Los especiales con voces, oh sí, si al principio es genial ver a los monitos moviéndose para contarte la historia, cuando los escuchas con voces es todavía más "OoO" ... y debo decir que el staff de las personas que prestaron sus voces fue muy bien elegido XD y la neta no me imagino a los personajes hablando de otro modo ya jajaja.

CONCLUSIÓN
Si eres de los que quiere ver una historia que tiene todos los matices posibles (aunque advierto que al inicio todo es rosa y acaramelado, pero después se vuelve agridulce, dramático y hasta mortal O.o) puedes ver BLUE FAIRY para pasar un bueeen rato.
En cada vídeo se notará la evolución de la autora XD quien le puso tanto empeño por tantos años.
Me alegra que BLUE FAIRY no fue de esas historias que quedan inconclusas =3

Habrá más series SIMS de Nadia Zeta y allí estaré para verlas.
Felicidades Nadia por tu éxito n___n

lunes, 15 de agosto de 2011

Sobre el Capitulo 22 de EL LEGADO DE ATENA

Está publicado el capitulo 22 de mi fanfic "El Legado de Atena"
Pueden leerlo en FF.net (click aqui) o en la entrada anterior de este blog ----->

Reseña:
Kenai de Cáncer está por descubrir la verdad detrás de tantos misterios, sin embargo tras un extraño fenómeno pierde toda oportunidad, encontrándose con una alarmante pista.
El Maestro herrero de Jamir decide marchar al Santuario junto con su discípula mientras que en los corazones de muchos comienza a crecer la duda y desconfianza hacia el Shaman King de la nueva era.

Comentarios sobre el episodio 22:
Cabe decir que tuve muchos problemas por nombrar este episodio ._. ....... Si una de las cosas en las que mas batallo es para nombrar cosas, ya sea el fic, capítulos del fic, técnicas de los guerreros, etc ._. Pero agradezco a mi Lector beta que al final pues me aconsejó "La calma" y creo que durará de aquí a que ya no haya calma XD jeje. (a veces lo más sencillo es lo mejor)

Para alegría de muchos en este episodio ya salió Kiki, varios preguntaron por él desde el inicio de la historia y por fin aquí lo tienen. Habrá mucho más de él en los episodios venideros =P sobretodo porque lo envío al Santuario para que esté con todos los demás.

Jaja en este episodio se descubre que CONSTELACIÓN es la que protegerá JACK. El fin de semana recibí el primer comentario y es evidente que no fue de su agrado =P.
Bueno, en mi defensa solo puedo decir que una persona no se debe estereotipar solo por su signo zodiacal ya que en muchos el Ascendente te permite tener características de otros signos, y honestamente yo he conocido personas que no se comportan como según el horóscopo jura XD. Existen sus excepciones y pues JACK es una de esas excepciones (lo lamento por los que no estén a favor XD pero el fic sigue).
Admito que el chico es algo emo pero a mi me gustan que los personajes evolucionen conforme avanza la historia, y prometo que algún día JACK lo hará tambien, sean pacientes.

Creo que eso sería todo por ahora...
Cuidense mucho, gracias por leer n_n

¡Y el episodio 23 esta a un 70%!
Chao!

sábado, 13 de agosto de 2011

EL LEGADO DE ATENA. CAPITULO 22. La calma. Parte I


El guerrero de nombre Setsu corría a toda velocidad montaña abajo. Respirando agitadamente parecía que huía del mismísimo Hades.

Al ser testigo de lo ocurrido con sus compañeros no retuvo la v

alentía necesaria para enfrentar el mismo destino, por lo que emprendió la retirada del cobarde, imaginando que su señor sería mucho más piadoso por su fracaso que ese diabólico shaman.

Avanzó casi la mitad del camino por senderos oscuros cuando divisó la luz de una humilde linterna a lo lejos.

Una persona subía tranquilamente, deteniéndose al ver a otro viajante en su camino. El lancero Setsu lo imitó al sentirse obligado por la luz del farol.

Ambos viajeros cruzaron miradas. Mientras Setsu lucía nervioso y asustadizo, el otro individuo mantuvo un semblante tranquilo y muy serio.

En su estado tan inestable, el lancero tardó en percatarse de las dos marcas en la frente del sujeto, algo que lo tensó todavía más.

Al notar la reacción involuntaria, el pelinaranja habló— Supongo que eres uno de los que estaban buscándome.

A Setsu le temblaron los labios, sujetando la lanza con la que se defendería. Analizó al sujeto frente a él, un hombre joven, de cabello largo hasta la cintura de un color anaranjado muy peculiar, vestía ropas delgadas de tela gris (nada extraordinario), pero las malditas marcas en la cara lo delataban como alguien peligroso.

— Creo que supuse bien —el lemuriano dijo, sin temerle a la filosa cuchilla—. No cometerás el mismo error otra vez, yo soy Kiki, el maestro herrero de Jamir.

Apartando el miedo que invadía sus pensamientos, Setsu logró decir— ¡A esto sí que lo llamaría buena suerte! ¡Parece que después de todo podré cumplir con mi misión! —mostrándose muy ansioso por comenzar una carnicería—. ¡No tiene caso que te resistas! ¡Ni siquiera un Santo de Atena fue capaz de detenerme, yo y mi armadura somos invencibles!

El lemuriano lo observó de la cabeza a los pies sin sentirse impresionado —Es claro que le tienes mucha confianza a tu ropaje… pero no deberías estar tan apegado a él, podría quebrarse con extrema facilidad ¿Quieres que te lo demuestre? —inquirió, soltando la mochila que llevaba consigo.

— ¡Inténtalo, pero cortaré tus brazos primero! —Setsu exclamó, arrojándose contra Kiki.

El lemuriano esquivó cada estocada sin ninguna clase de problema hasta que de una patada desarmó al enemigo, manteniendo la linterna suspendida en el aire para alumbrarles.

Setsu no movió ni un músculo cuando su propia arma se posó sobre su cuello. Estaba asombrado de lo simple que le fue al lemuriano dejarlo indefenso.

— Sería muy sencillo eliminarte ahora, pero han causado mucho alboroto en mis tierras y alguien tiene que responder por ello —el señor de Jamir amenazó, sujetando con una sola mano la lanza—. Hay muchas preguntas que quiero hacerte, pero primero, como prometí apartaré el velo de ignorancia que hay en ti, demostrándote que tu fuerte coraza no es más que un débil cascarón para mí —murmuró.

Kiki extendió el dedo índice con el que golpeó, con un mínimo de fuerza, un punto exacto sobre el costado derecho del invasor sin que ocurriera nada al instante.

Desconcertado, Setsu comenzó a escuchar un crujido tras otro. Quedó anonadado al ver como en su ropaje empezaron a trazarse fisuras que se alargaban como una telaraña por toda la armadura.

A los pocos segundos el ropaje se desmoronó en pequeños trozos inservibles que cayeron al suelo.


Capitulo 22

La calma. Parte I

A la entrada de la torre los cuervos se amontonaron en el piso formando una gruesa alfombra de plumas negras.

Kenai contemplaba la luna menguante en el cielo tras haber recuperado la serenidad. Sus ropas, manos y cara se encontraban manchadas por la sangre que brotó de cada corte realizado sin sentir ninguna clase de remordimiento.

Escuchó cómo las aves se alteraron sin abandonar tierra firme. Sonidos fuertes estaban acercándose, como el de grandes cantidades de piedras chocando una contra otra. Al volverse, Kenai vio como el puente que fue derrumbado estaba reconstruyéndose a manos de una fuerza invisible que colocaba cada pieza en su lugar.

Bastaron simples segundos para que el puente volviera a ser transitable para cualquier viajero, siendo el maestro de Jamir el primero en pasar por él.

Kiki percibió el fétido olor a muerte que rodeaba la torre. La luz de su linterna alumbró las brillantes alas de los cuervos quienes ante una orden silenciosa del santo de Cáncer emprendieron el vuelo hacia sombras lejanas.

El lemuriano no se sorprendió al ver regados por el suelo pedazos de armadura y huesos humanos completamente limpios de cualquier vestigio de carne. Pequeños charcos escarlatas estaban lejos de secarse o ser absorbidos por las diversas plumas que quedaron en el piso.

Ambos hombres se sostuvieron la mirada unos momentos, después el lemuriano lanzó a un semiinconsciente Setsu a los pies del santo dorado.

— Lo encontré por el camino, supuse que podría ahorrarte las molestias —explicó el pelinaranja—. Si planeas terminar tu venganza te recomendaría que antes tomaras alguna información valiosa de él, y que lo hagas lejos de aquí, ya han causado demasiada conmoción.

Kenai contempló al tembloroso Setsu quien murmuraba cosas inentendibles para él.

— Lamento eso, esperaba poder limpiar antes de que llegaras —el shaman comentó con su sonrisa típica.

Kiki dio media vuelta, entrando a la torre no sin antes decir —Gracias por proteger a mi alumna, te debo su vida.

— El mérito no es mío —aclaró con un deje de tristeza—. Ella vio mi cara de malo, ¿crees que me tratará con un poco más de respeto a partir de ahora o será mejor que no regrese?

Kiki cerró los ojos para responder —Dale tiempo, incluso a mí se me eriza la piel al verte en ese estado —comentó apacible, después de todo conocía bien el corazón de su discípula—. Kenai, cuando termines tus asuntos necesitamos hablar.

El santo de Cáncer siguió con los ojos a Kiki hasta que desapareció en el interior del edificio. Con el pie giró al enemigo quien lucía bastante maltrecho.

Setsu tosió, abriendo los ojos tras varios intentos fallidos. Se sobresaltó al verse bajo el yugo del diabólico shaman que asesinó despiadadamente a sus compañeros.

Kenai aplastó el estómago de Setsu con el pie, impidiéndole levantarse o siquiera arrastrarse.

— Tú fuiste el otro que le causó tantos problemas a mi pupilo ¿no es verdad? —inquirió con tono amenazante, sin recibir más respuesta que temblores continuos por parte del guerrero.

— Cuando menos no mentiras, es un buen paso —comentó con cinismo—. Ahora, si no quieres terminar como tus amigos más vale que me demuestres que será de utilidad mantenerte con vida —advirtió mostrándole el cráneo humano de uno de ellos, haciendo énfasis en su horrible fin—. Les prometí que servirían de alimento para los cuervos, y lo fueron, tanto en la vida como en la muerte, así que si no quieres pasar por un destino mucho peor será mejor que cooperes conmigo —esbozando una sonrisa malvada al jugar con la calavera entre sus manos.

— Eres muy poderoso, shaman… — Setsu logró decir, causando sorpresa en el santo de Cáncer.

— Oh, parece que sabes un poco más que la clase promedio. Vamos bien, significa que sabes que no alardeo, así que dime ¿quién te envió?

— No puedo decírtelo —Setsu respondió sonriente.

— ¿No puedes o no quieres? —Kenai frunció el entrecejo con evidente disgusto.

— Ambas… le temo más a mi amo de lo que te temo a ti…

— Así que admites servir a alguien, dime su nombre.

— Jamás… —recibiendo una fuerte patada en la cara.

— El que te resistas me complace, al final sacaré todo lo que necesito de ti —Kenai lo sujetó por el cuello, arrastrándolo como un saco por todo el camino a través del puente. El santo de Cáncer lo levantó con suma facilidad por el pescuezo, acercándose al abismo al que podría arrojarlo sin consideraciones —. Empecemos entonces.

Ciudad de Meskhenet, Egipto

Han transcurrido algunos días desde que las batallas iniciadas por Sennefer y su ejército de inmortales terminaron.

La devastación del reino fue casi completa, ningún edificio quedó intacto, unos se derrumbaron, otros tantos quedaron en ruinas. Una vez que los sobrevivientes lograron organizarse y pensar con claridad la reconstrucción dio inicio.

Ante la falta de un faraón, el Chaty* tomó autoridad, apoyado por los Apóstoles quienes lideraron a la población para seguir adelante.

Muchas eran las viudas y huérfanos que debían reponerse a las numerosas pérdidas.

En contra de las viejas tradiciones, el Chaty ordenó que todos los restos fueran incinerados en una ceremonia solemne, ninguno deseaba que sus compatriotas pudieran ser profanados como lo hizo Sennefer durante su estadía.

En esos días de austeridad el mismo desierto se tornó gentil.

El Nilo volvió a ser de aguas claras, como si el aleteo de Ra hubiera purificado la maldición roja que los invasores desataron sobre el río. Hubo pescados en abundancia, por lo que el pueblo no sufrió hambre. Los animales que huyeron espantados por los sucesos volvieron por sí mismos para alegría de los granjeros quienes atribuyeron tal bendición a los dioses.

El cielo estuvo cubierto por nubes blancas que dieron sombra a hombres, mujeres y niños que trabajaban sin descanso en la reconstrucción de sus hogares. El clima fue benevolente, permitiendo largas y constantes jornadas de trabajo.

Muchos preguntaban preocupados por el estado del príncipe Atem, el nuevo Faraón no había sido visto por el pueblo. Algunos comenzaron a creer que el Príncipe también había muerto, pero las palabras de los Apóstoles bastaban para calmar sus espíritus inquietos.

El Príncipe se encontraba a salvo y con vida, pero aún no estaba listo para enfrentar el peso de la corona. La verdad es que estaba deprimido por todo lo acontecido, necesitaba algo más de tiempo para quemar su sufrimiento.

Assiut lo entendía mejor que nadie, él también perdió a su padre de una manera atroz, y a manos del mismo hombre.

Desde que recobró conciencia ha intentado verle, mas el Príncipe ha rehusado dichas audiencias.

Aunque los doctores y hasta su propia madre le han perdido descansar de sus heridas, Assiut volvió a sus funciones como Apóstol en cuanto pudo ponerse de pie.

Él mismo decidió encargarse de la reconstrucción del palacio, no sólo dirigiendo a los obreros sino también trabajando hombro con hombro con ellos, ya sea pegando adobes o removiendo escombros.

Durante un descanso, Assiut observaba los jugueteos de los niños junto a la orilla del río; el querer sentirse útiles los llevó a esforzarse por perfeccionar sus técnicas de pesca, algo que han podido lograr gracias a un peculiar instructor que los acompañaba. Aunque el santo de Capricornio no conocía el idioma de Egipto se las ha ingeniado para darse a entender y ganarse la confianza de los pequeños.

— Me dijeron que te encontraría aquí —escuchó a su espalda. Assiut miró sobre su hombro para toparse con el santo de Géminis.

Albert lucía tan herido y agotado como él, pero nada hacía que perdiera el porte rígido y señorial que le caracterizaba. Era curioso verlo con atuendos propios de Meskhenet, pero su orgullo tendría que tolerarlo por ahora.

— Veo que ya te sientes mejor —comentó el Apóstol, devolviendo la vista hacia el Nilo.

— Tienen buenos médicos —Géminis dijo, agradecido por las atenciones recibidas.

— Te aconsejaría tener cuidado, las heridas en una lucha de shamanes son algo diferentes. Personas que no están entrenadas apropiadamente tardan más tiempo en sanar.

No tenía por qué dudarlo, pero como muchos otros no podía quedarse en cama a esperar una recuperación completa— El chico parece estar mucho mejor que nosotros dos… —notó Albert al localizar a Sugita jugueteando como uno más del grupo de niños que lanzaban redes de pesca al agua.

— Incluso el sacerdote que lo trató se mostró sorprendido —comentó pensativo, ocultando lo que el médico dijo respecto a él—… Fue una buena decisión haberlo traído con nosotros ¿no lo crees ahora? —cuestionó, sabiendo lo difícil que sería para el santo admitirlo. Albert jamás se preocupó por esconder el malestar que le provocó traer al santo de Capricornio a Egipto.

— Debía vigilarlo de cerca —respondió a secas—. Esta fue su primera misión como santo. Tenía mis dudas acerca de él, pero confieso que no lo hizo nada mal.

— Nos salvamos el pellejo mutuamente, eso es lo que importa.

— Aunque primero intentamos despellejarnos entre nosotros mismos —añadió Albert.

— Las buenas amistades no siempre empiezan con el pie derecho…

El santo dorado y el Apóstol Sagrado guardaron silencio por unos segundos. Con su falta de palabras evidenciaban la posibilidad de considerarse aliados.

Los Santos y los Apóstoles cruzaron sus puños de manera brutal, ambos bandos dieron lo mejor de sí y perdieron camaradas en el conflicto, era difícil de creer que no existieran rencores.

Por su parte Géminis siempre admiraría la forma en la que los Apóstoles llevaron a cabo su misión y como la antigua Reina buscó por encima de su propia sobrevivencia asegurar el bienestar de ambos reinos en un acto desinteresado. Había una deuda que pagar, el santo se comprometió a saldarla en el futuro, pero antes…

— Lo que sucedió en la casa de Géminis—Albert finalmente dijo, siendo una congoja que no pudo reprimir por más tiempo.

— Fue sólo una ilusión —se apresuró a decir Assiut, consciente del inquietud del santo dorado—. Lo que los ojos de Udyat* te mostraron no fue nada más que una ilusión —repitió, comprensivo— No es el pasado, ni el presente, ni mucho menos el futuro. Pero los ojos de Horus no mienten, lo visto es lo que más teme tu corazón, ese sufrimiento personal que no compartes con nadie. De ti depende que la visión se vuelva o no realidad —explicó en voz baja.

Albert apenas pudo ocultar su desagrado. Que alguien más conociera su pequeño secreto le disgustó.

El Apóstol percibió dicha tensión en el ambiente— Puedes creerme cuando te digo que quedará entre tú y yo —prometió, mirándolo por encima del hombro—… No creo que seas la clase de hombre que vi en ese momento, quizá tu también debas dejar de creerlo.

No necesito que me compadezcas —dijo de inmediato—. Hay otras cosas de las que debemos preocuparnos. Tú sabes que esto no ha terminado, es sólo el inicio de algo mucho más grande —añadió, estando al tanto de lo ocurrido también en el Santuario.

Por el momento temo que Egipto no cuenta con lo necesario para enfrentar a quienquiera que sea el enemigo —Assiut se puso de pie, recordando lo hablado por el Chaty.

Sabemos que Sennefer y el sujeto que marchó al Santuario junto a los Apóstoles son solo peones dentro de un intrigante juego —señaló Albert con una expresión muy seria.

Uno en el que ni siquiera el Shaman King desea participar… —Assiut compartía las mismas preocupaciones.

O cuando menos eso es lo que él dice —Géminis murmuró cauteloso.

¿A qué te refieres?

Piénsalo sólo por un momento —el peliazul pidió en voz baja—. Nichrom, el Apóstol Sagrado de Osiris, dijo que el Shaman King se negó a prestar ayuda pese a que la situación ameritaba su intervención; el mismo rechazo que obtuvo el heraldo que el Patriarca envió a la Aldea Apache durante los incidentes —no temía exponer las conjeturas que circulaban por su cabeza—. Además, según escuché el sello que mantenía prisionero a Sennefer fue hecho por un Shaman King de hace muchas generaciones y todos parecen muy sorprendidos de que algo así haya podido suceder. Nuestros enemigos claramente desprecian a cualquiera que se haga llamar dios, incluso uno de ellos aseguró no rendir pleitesía a ninguno. ¿Quién entonces sobre la Tierra tendría la capacidad y conocimiento necesario para romper una cerradura milenaria como la que se realizó en ese monstruo? —preguntó

El mismo carcelero —pensó Assiut de manera inconsciente—. ¿Estás diciendo que el mismo Shaman King, es decir, Yoh Asakura tiene que ver con todo este caos? —cuestionó con leve indignación.

Yo sólo digo que es bastante extraño, considerando que siempre ha sido un hombre muy entrometido— el santo explicó, emprendiendo el camino hacia donde estaba el joven Capricornio—. Pero ustedes deben conocerlo mejor que nadie, respóndete tú mismo dicha cuestión.

Assiut sintió deseos de reventarle la boca por hablar de esa manera de la más alta autoridad de los shamanes. Pero era verdad, el señor Asakura debió socorrerlos… si un Shaman King los ayudó en el pasado contra Sennefer ¿por qué esta vez fue diferente? No quería dejarse llevar por lo que otros pudieran opinar, pero tampoco negarse los hechos. Si el santo de Géminis llegara a tener razón… entonces todos estaban en un grave peligro.

En algún lugar del Himalaya

Setsu perdió rápidamente la cuenta de las veces en la que el santo de Cáncer lo había golpeado, igual el tiempo que había transcurrido desde que empezó el calvario.

La mano de Kenai continuaba aferrada a su cuello mientras sus pies colgaban sobre el abismo. Todo su cuerpo gritaba de dolor, quizá le habían roto todos los huesos ya que no podía moverse y comenzaba a ahogarse en su propia sangre.

Ya no lo resistía más, no podía… imploraba la muerte pero era claro que el shaman no lo dejaría morir con tanta facilidad.

Suplicó en silencio algo de ayuda, llamó a su señor, rogándole que lo socorriera o lo librara de tal martirio. Pidió perdón por haberle fallado y finalmente se resignó a cualquier castigo que él le impusiera.

Entre los balbuceos y delirios obtenidos, el santo dorado descubrió que el objetivo al asesinar al Maestro herrero de Jamir y todo lo relacionado con él tenía como propósito eliminar una poderosa ventaja del Santuario ya que una guerra estaba por dar inicio.

Al final Kenai habría sido capaz de obtener toda la información que necesitaba, sin embargo los llantos de Setsu fueron escuchados.

Kenai sintió una extraña corriente de energía invadir el cuerpo de su prisionero. Setsu se convulsionó con fuerza en cuanto sus ojos se tornaron blancos, soltando un bramido desgarrador al cielo.

Sus ojos y dientes se prendieron en luz blanca, incrementando la intensidad del alarido hasta que un fuego blanquecino fue visible dentro de su boca, el cual se extinguió rápidamente, dejando sólo débiles estelas de vapor emergentes de todos los orificios de la cabeza.

Kenai se frustró al no sentir pulso en el individuo, dejándolo caer al suelo para examinarlo con cuidado, intuía que algo no estaba bien.

Invadido por un mal presentimiento rompió los harapos del cadáver, notando los símbolos tatuados alrededor de su ombligo.

No podía estar equivocado, aunque muchos de los símbolos le eran desconocidos tenían mucha similitud con los que le enseñó su abuelo cuando era un niño, los mismos que utilizaba para sus propios conjuros.

¡Pero por qué…! —pensó pasmado— ¡Esto... es un sello que le permite a un shaman desplazar el alma original de un cuerpo viviente para introducir otra…! —palpó cada símbolo con la punta de los dedos, percibiendo los residuos de la energía que actuó sobre ellos en algún momento—. ¡Un arte prohibido!

Como shaman de la nueva era, Kenai conocía las reglas impuestas por la tribu de los Apaches y el mismo Shaman King con las que intentaban mantener el equilibrio en el mundo de los espíritus y los muertos.

Tenía entendido que en la antigüedad existían shamanes que poseían la habilidad de introducir un alma dentro de un cadáver con el fin de reanimarlo, pero aún para ellos estuvo penada la técnica de Desplazamiento de Almas. ¿Quién en esta época podría conocer el método? Ni siquiera su sabio abuelo la sabía…

El enigma saturó sus pensamientos al borde de la desesperación, esto sin duda estaba relacionado con lo que el espíritu de la Muerte intentó advertirle. Mencionó algo de “Fuerzas antiguas” y “El Cetro de Anubis”, debía informar al Patriarca cuanto antes.

Grecia, el Santuario de Atena. Salón del Patriarca.

En el momento en que Shiryu bajó un poco la cabeza, Shunrei supo que podía acercarse. El Patriarca permaneció sentado en el trono, mortificado por las noticias que Kenai de Cáncer le había trasmitido.

Shunrei tuvo un mal presentimiento, siendo invadida por un gran pesar al escuchar que Kraz, el santo del Cuervo, murió recientemente en batalla.

Tomados de la mano, el Patriarca y su señora compartieron la triste noticia, siendo Shunrei la que lo manifestara en lágrimas.

Aún recuerdo… el día en que el señor Yoh lo trajo con nosotros —comentó la mujer, reviviendo las memorias de aquel niño asustadizo y desconfiado que se convirtió en santo de plata.

En ese entonces no comprendí por qué lo dejó aquí en el Santuario, imaginaba que por sus aptitudes su lugar estaba en la Aldea de los Apaches —Shiryu se animó a sonreír por los diversos recuerdos que llegaron a su mente—… Pero cuando Kenai llegó a Grecia y a nuestras vidas, supe que era su destino ser maestro y amigo del solitario Kraz —abrazó con ternura a Shunrei, sabiendo su angustia—. Dar tu vida por proteger a un hermano es una forma digna de partir —musitó al acariciarle la cabeza.

Shunrei se separó un poco, caminando en dirección opuesta a la del Patriarca— Temo que Kraz sólo sea el primero. Con todo lo que ha pasado seguramente muchas otras batallaran se suscitarán —dijo, atragantada por la congoja—. ¿Por qué Shiryu? ¿Por qué tiene que pasar esto ahora? —demandó saber.

Ojalá lo supiera —respondió, avanzando hacia ella. La tocó por los hombros, girándola para acariciar su delicado rostro—, pero te prometo que lo descubriré, no deseo que ningún otro de nuestros muchachos pierda la vida en batallas sin sentido —pronunció entristecido, sintiendo las gotas rodando por las mejillas de su esposa.

Shunrei empezó a limpiarse las lágrimas.

Me apena oírte llorar, pero necesitamos ser mucho más fuertes a partir de ahora, somos una familia y debemos mantenernos unidos.

La mujer asintió, recobrando un poco los ánimos— Tienes razón, se avecinan más tormentas que intentarán destruir nuestro hogar, debemos velar por nuestros hijos. Me mantendré fuerte Shiryu, no me permitas volver a derrumbarme —le pidió.

Te pido lo mismo, esposa —respondió sonriente, permitiéndose un beso con el que sellaron tal pacto.

Grecia, el Santuario de Atena. Templo de Curación.

Calíope, la amazona dorada de Tauro, terminó de ponerse la máscara sobre el rostro cuando una voz risueña se dejó oír por la habitación que ocupaba.

Me dijeron que ya habías despertado, bella durmiente.

Al borde de la cama, la amazona miró apáticamente a Souva quien permaneció sentado sobre el marco de la ventana después de entrar por ella. El santo contempló a la amazona con gran placer.

¿Qué haces aquí? —inquirió al ponerse de pie, resintiendo algunos dolores que le hicieron darse cuenta de la escasa ropa que la cubría, envolviéndose con la sabana de la cama con cierta urgencia.

Hago guardia ¿Qué no te dijeron? —respondió sonriente, manteniendo una posición relajada mientras el viento removía sus cabellos y las cortinas—. Hay muchos enemigos que están siendo atendidos aquí en el Templo de Curación.

Calíope fue una de las guerreras que resultaron heridas durante las batallas. Su condición no fue grave pero los efectos de las inusuales técnicas de su rival la mantenían aún débil. Dicha sensación no le agradaba en lo absoluto, mucho menos ahora que debe de soportar al fastidioso santo de Escorpión.

Estoy al tanto de lo que sucedió aquí y en Egipto, dile al Patriarca que no se preocupe, no pienso cobrar revancha por lo ocurrido… —explicó, buscando sus cosas personales dentro de un baúl.

Oye, no hay prisa, deberías guardar un poco más de reposo. Mientras yo esté aquí no tienes por qué preocuparte —Souva comentó al cruzar sus manos detrás de la nuca.

La amazona cerró con brusquedad el baúl, caminando hacia atrás de un biombo de madera para comenzar a mudarse de ropa.

Es por eso mismo que debo volver a mis labores cuanto antes. Además ¿qué vas a saber tú? —inquirió enfadada, ella era una hábil maestra con un amplio conocimiento para sanar a cualquier enfermo o herido, nadie mejor que ella podría saber si estaba capacitada o no para dejar la cama.

Souva observaba risueño la forma en la que los brazos de la amazona bailaban detrás de la insignificante barrera.

En todo caso, cuando rondas por aquí mis chicas no hacen bien sus labores, eres una distracción, así que largo —ordenó la guerrera al terminar de vestirse con el uniforme de combate negro que le correspondía.

Está bien, está bien, como desees —Souva movió las manos como si buscara alejar a un feroz animal—. Si me relevas del cargo mejor para mi, así podré estar más cerca del Patriarca.

Haz algo de utilidad y ponme al corriente —añadió la amazona al cruzarse de brazos.

Souva dio un saltito para caer al suelo— Como gustes. El señor Seiya partió a Egipto para estabilizar nuestras relaciones diplomáticas con el devastado reino. Me dijeron que Meskhenet fue arrasada por las fuerzas del enemigo, muchas personas murieron incluyendo a los reyes de la nación —explicó, curioseando por la habitación de Calíope, deteniéndose junto a un tocador sobre el que no había mucho más que una cajita con acabados verdes.

El Patriarca quería ir personalmente pero prefirió quedarse al saber que se le necesita más aquí, además en tiempos de guerra es arriesgado exponerse de esa manera —estuvo por abrir la cajita mas la agresiva aura que percibió de la amazona lo detuvo, siguiendo su paseo por la habitación—. Enviaron algunas provisiones y mano de obra como muestra de buena fe. Parece que no hay rencores, tanto el Patriarca como el Chaty entienden que todo fue parte de un plan perverso.

¿Y cuál es el plan a seguir ahora? —Calíope deseó saber, intrigada.

El Patriarca espera que las cosas se estabilicen aquí antes de llevar a cabo cualquier movimiento. Los Apóstoles permanecerán en el Santuario hasta que sean capaces de regresar a su tierra natal. Albert, Sugita y Leonardo volverán una vez que el señor Seiya terminé con sus asuntos en Meskhenet.

Teniendo en cuenta las bajas y heridos que tenemos, somos pocos los que estamos capacitados para enfrentar futuros ataques —analizó la guerrera de Tauro.

Supongo que el Patriarca le ordenará a Kenai regresar, no te preocupes yo cuidaré de todos hasta que nuestros camaradas regresen —explicó con el pecho inflado de confianza.

Claro, lo mismo dijiste cuando me rogaste pasar a la casa de Aries —la mujer se mofó— y el enemigo terminó por llegar a los aposentos del Patriarca.

Sí… bueno, hubo muchos imprevistos —confesó con tono desvergonzado.

¿Y qué me dices de los nuevos? ¿Son de fiar?

Pelearon valientemente cuando el Santuario más los necesitaba, el Patriarca ya les ha otorgado su rango oficialmente.

Me resulta demasiada coincidencia que tres nuevos santos de oro aparecieran justamente el día en que fuimos atacados —comentó suspicaz.

Oh por favor, esa clase de comentarios los esperaría de Albert, ¿pero de ti? —Souva se giró alarmado—. Está bien que vivan al lado del otro pero no para que aprendas sus manías, a menos que —entonces pensó en algo que lo hizo temblar—… No me digas que tú y él son… —uniendo ambas manos con énfasis.

¿Por qué siempre dices estupideces en momentos inoportunos? —Calíope rugió impaciente.

¿Lo son? —insistió.

¡Souva no desvíes el tema! —gritó frustrada.

¡Y tú no desvíes la pregunta…! ¡Por Atena! ¡En verdad lo son! —el santo del Escorpión se refugió en una esquina, exagerando un momento de depresión.

¡Suficiente, fuera de mi vista!

Las aprendices que pasaban por el pasillo escuchaban la discusión que se volvió estruendosa de un segundo a otro. Sonidos de objetos pesados siendo levantados y cayendo, cosas rotas, paredes cuarteadas, casi como si una estampida de toros se encontrara galopando en el interior de la habitación.

Las amazonas comenzaron aglomerarse cerca de la puerta, sabiendo que una batalla se había dado inicio entre su maestra y el santo de Escorpión. Por supuesto que ninguna temía por el bienestar de Calíope de Tauro, era por Souva de Escorpión por quien lo hacían.

Grecia, el Santuario de Atena. Doce Casas del Zodiaco

Del templo de Leo nace una tonada que llega hasta las construcciones vecinas, siendo escuchada por los obreros que reparaban presurosos los dañados templos de los santos de oro.

Es una melodía melancólica, de un guitarrista que sueña despierto con su antiguo hogar. Desplaza los dedos por las cuerdas sin seguir una pauta memorizada, simplemente lo que le surge del corazón. Sus padres siempre dijeron que tenía un talento natural para la música, mas jamás aspiró a dedicarse a ella, no llegó a ser más que un simple pasatiempo que dejó en el olvido por diversos acontecimientos.

Jack había permanecido sentado en las escaleras de la entrada de su templo durante horas. Recargado contra una de las columnas repasaba mentalmente las lecciones de su niñez, así mismo contemplaba las montañas, pero la verdad miraba más allá, hacia un lugar lejano donde habitan personajes de su pasado, y a los que probablemente dedicaba la canción.

Jack detuvo las cuerdas cuando sintió compañía. Miró hacia la entrada del templo encontrándose con el rostro serio del nuevo santo de Libra, Nauj, quien lo miraba con cierto desconcierto.

Jack le respondió con una sonrisa, imaginando lo que pasaba por su cabeza— La encontré cuando revisaba el lugar —explicó el joven, girando una de las clavijas de la guitarra—. Estaba un poco desafinada, pero está en perfecto estado— aclaró, todavía encantado por la madera de pino y cedro con la que fue construida—. Es curioso, por todo lo que escuchaba del Santuario creía que los santos no tendrían apego a otra clase de actividades, que sólo vivían para pelear y participar en guerras, pero parece que me equivoqué… No dejamos de ser seres humanos después de todo.

—Mortales con poderes, no lo olvides —rectificó Libra con indiferencia—. El que sepas algo de música no desaparece el hecho que puedas matar a un hombre con esas mismas manos.

—Je, siempre tan pesimista —Jack intentó no perder su buen humor, si deseaba conservar una amistad con Nauj debía acostumbrarse a sus ácidos comentarios—. Te sientan muy bien tus nuevas ropas, pero no creo que hayas venido hasta aquí sólo para mostrármelas ¿Qué ocurre Caballero de Libra? ¿Por qué merodeas por las Doce Casas?— preguntó, disimulando su curiosidad.

Nauj, al igual que Jack, vestía el uniforme que los distinguía como santos de oro, las hombreras, peto, brazales cinturón, botas y correas negras sobre un conjunto gris que hacía resaltar la insignia dorada existente en el cinto. Con dicho atuendo las cicatrices en el cuello de Nauj se volvieron más notorias.

— Investigo —respondió, bajando unos cuantos escalones—. Estaré aquí algún tiempo, por lo que es bueno conocer los terrenos que no he explorado, así como a sus habitantes.

— Me parecen buenas personas— Jack comentó con sinceridad.

— Yo no los juzgaría antes de tiempo —Libra aconsejó—. Dicen que las batallas sacan a relucir la verdadera naturaleza de una persona, yo esperaré a verlos en combate para hacer mi juicio —se mofó.

Jack prefirió callar, fingiendo estar afinando una vez más el instrumento.

— La casa de Piscis está vacía —dijo Nauj ante el abrupto silencio, decidido a compartir su recorrido—. Acuario ya fue ocupada por ese tal Terario quien decidió traer al chiquillo del mercado —un gesto de enfado contrajo las cejas de Nauj, recordando la pequeña rencilla que tuvieron en el pueblo al conocerse—. En Capricornio dicen que está un chico de nombre Sugita, es todavía más joven que tú— masculló todavía consternado—. Fue de los Santos que viajaron a Egipto, supongo que lo conoceremos llegando el momento. Sagitario está libre. En Escorpión está Souva, el mismo descuidado que casi murió en el templo Aries.

— ¿Cómo se encuentra?— el guitarrista buscó saber—. La verdad no he podido hablar con él estos últimos días.

— No lo sé, honestamente no me interesa —Nauj prefirió continuar—. En Virgo está Shai, la amazona traidora que lideró a los Apóstoles hasta aquí —comentó con tono despectivo.

— No seas injusto, sabes bien que no tenía alternativa. Ya el Patriarca lo explicó —alegó con fuerza.

Libra disfrutaba verlo irritado, era bueno, aún no entendía cómo es que alguien con su carácter podía ser el guardián de la feroz constelación de Leo— Que prefiera beneficiar a otra orden de guerreros por encima del Santuario no la vuelven una persona de confianza. El sobreponer la amistad sobre el deber es impensable cuando eres un combatiente.

— Es bueno saberlo Nauj— Jack dijo con sarcasmo—, en batalla no me preocuparé por cuidarte la espalda.

— Aunque lo digas en esa manera, lo agradeceré. Prometo hacer lo mismo— agregó sonriente antes de proseguir—. Y en Leo —pausó un momento— está aquel a quien más conozco… un santo que finalmente decidió querer serlo. Dime, qué te dijo esa voz para que cambiaras de opinión —inquirió, recordando las lagrimas en los ojos de Jack cuando estuvo frente a la estatua de Atena.

El Santo de Leo se tomó unos segundos para responder— Con gusto te lo diré, pero si primero me dices lo que escuchaste —musitó, desafiándolo con la mirada.

Jack también percibió el nerviosismo de Nauj en el momento que estuvieron en comunión con Atena, incluso vislumbró algo de temor.

El Caballero de Libra cambió de expresión una vez más, volviendo a mostrarse reservado— Es algo que prefiero guardar para mí —respondió secamente.

—Lo mismo digo —Jack sonrió victorioso, no siempre podía hacerlo callar—. Te ahorraré el viaje hasta Aries —comentó al ponerse de pie, mirando hacia los templos—. La siguiente casa, Cáncer, me dijeron que la ocupa un santo de nombre Kenai, pero él se encuentra en una misión fuera del Santuario. Dicen que él puede ver y hablar con fantasmas, encantar espíritus, que es una especie de brujo.

— Un shaman…— Libra susurró con recelo mostrándose un poco alarmado, algo que pasó desapercibido para el joven Leo.

—El santo de Géminis es un hombre llamado Albert. Escuché que muchos lo consideran el santo más fuerte de los dorados, fue alumno del Patriarca desde muy joven —Jack sonrió—. Me dijeron que es al que se debe de tratar con más cuidado, pues no deseas tenerlo como enemigo, pero es evidente que no te han conocido a ti —bromeó a expensas del santo quien enchuecó la boca con disgusto—. Tauro es habitada por la amazona Calíope, maestra en el Templo de Curación, pero que no te engañe, así como sabe como curar un cuerpo sabe como lastimarlo gravemente —tenía deseos de hablar con ella, le interesaban los temas de medicina y anatomía, por lo que estaba seguro de ser capaz de aprender algún truco nuevo—. Y Aries carece de guardián… Poco a poco, el Santuario está más completo que antes, o cuando menos eso es lo que me han dicho.

¿Por qué no me dijiste que eras un santo de oro? —Nauj preguntó de repente, causando confusión en Jack.

¿A qué viene eso? ¿Acaso importa? —inquirió incomodo.

No había tenido oportunidad de hacerlo, fue toda una sorpresa descubrir ante el Patriarca que eras un santo dorado considerando que durante los combates permaneciste rezagado como si fueras un simple campesino —espetó con cierta agresividad.

No era digno para hacerme llamar un santo de Atena —respondió, apresurándose a entrar al Templo de Leo.

¿Y ahora sí?

Me esforzaré para serlo —aclaró, permaneciendo de espaldas al caballero de Libra—. Le juré a Atena que protegería al Santuario sin más vacilaciones. Pasé muchos años creyendo que no era mi destino convertirme en un guerrero del Santuario, pero mi maestro tuvo razón… Mi lugar es con Atena, sólo ella puede traerme la paz que he buscado por tanto tiempo —dijo, cautivado por recordar la dulce voz de la diosa.

¿Paz? ¿Buscas paz dentro de una orden de Guerreros Sagrados? —Nauj rió bastante divertido—. Chico, creo que te habría convenido más convertirte en Sacerdote o Monje.

Cuando menos yo ya he encontrado un propósito —musitó, ignorando las burlas—. ¿Pero qué me dices de ti? ¿Qué es lo que buscabas al venir al Santuario? ¿Lo has encontrado ya? —cuestionó con voz tranquila.

Nauj de Libra permaneció junto a la entrada del templo, dispuesto a proseguir con el descenso inicial —Aún no, pero te enterarás cuando lo haga —esclareció antes de partir.

Jack de Leo suspiró agotado, le resultaba muy cansado poder sostener una charla con el osco Nauj, pero tratar con él era parte de la penitencia que había aceptado a cambio del perdón.

La magnánima Atena escuchó sus pecados con atención, y de manera comprensiva los borró de su alma. La penitencia él mismo la escogió —Juro que viviré por el resto de mi vida como el santo Leo —fueron las palabras por las que el ropaje dorado lo envolvió con su resplandor.

El Himalaya, Jamir

Kenai depositó el cuerpo sin vida de Kraz sobre el templete de madera. Tras haberlo limpiado y envuelto con unas mantas blancas, colocó numerosos leños empapados con aceite alrededor de él.

Ayaka observó todo el proceso desde lejos, aún sentía mucho recelo hacia el shaman, por lo que lo había visto hacer, pero en el fondo entendía que fue un reflejo de su ira… El maestro Kiki le había pedido que fuera comprensiva, que pensara en cómo ella se sentiría si mataran frente a sus ojos a una de las personas que más apreciaba en la vida. Ayaka sintió una gran angustia al pensar en su respuesta, la cual desapareció mucho del miedo que sentía por el santo de Cáncer.

La joven lemuriana se armó de valor y caminó hacia donde Kenai permanecía sentado frente a una pequeña fogata. Se acercó con un racimo de flores amarillas en las manos, esperando ser notada por el shaman.

Kenai parecía estar en completa meditación, como anteriormente lo había visto, sin embargo reaccionó en cuanto la escuchó acercarse. El santo de Cáncer la miró con ese semblante amable que siempre lo ha distinguido, aún le resultaba increíble de creer que haya podido comportarse como un demonio…

Ayaka deseaba que todo pudiera ser como antes entre ellos, por lo que tras un leve suspiro habló— Yo… sólo vine a dejar esto… —dijo apenada, mostrando las flores—. ¿Puedo?

Kenai le sonrió, asintiendo.

La pequeña colocó el ramo junto a la cabeza del difunto, retrocediendo en cuanto Kenai se levantara y aproximara con un leño encendido. El shaman lo arrojó hacia la madera que comenzó a prenderse con altas flamas.

Lado a lado miraron solemnes como las llamas cubrían el templete, así como al cuerpo sobre éste.

El Maestro está reparando la cloth del Cuervo —la lemuariana dijo tras unos minutos de completo silencio—. Dice que en cuanto termine iremos al Santuario, vienen tiempos difíciles y allá habrá mucho trabajo que hacer, sin mencionar que estaremos a salvo.

Espero que mi sangre sea lo suficientemente buena para esa cloth —añadió, sobándose la venda que le envolvía la muñeca—. No sé quién será el próximo en usarla pero ojalá sea igual de digno que Kraz.

Él nos salvó… a ambos —la niña pronunció acongojada.

Lo sé… —asintió con tranquilidad.

Me hubiera gustado agradecérselo… Pese a que en ocasiones fui grosera con él yo… muchas cosas que dije no eran ciertas, en verdad me hubiera gustado pedirle disculpas —musitó avergonzada.

Kenai soltó una risita— Aún puedes hacerlo, él está escuchando.

Ayaka miró hacia todas direcciones, como si esperara poder verlo.

¿Sigue aquí?— preguntó inquieta pero esperanzada.

Claro ¿por qué te mentiría? — aseguró con sinceridad.

¿Por conveniencia? —respondió sarcástica.

El santo de Cáncer se sintió aliviado al sentir como es que poco a poco comenzaba a tratarlo con la familiaridad de antaño.

Kraz te manda saludos, dice que no te culpes por lo que pasó, que no es en vano morir por los amigos, que no se arrepiente —repitió lo que juraba estar escuchando—. Que debes ser fuerte y poner todo tu esfuerzo ya que se aproximan pruebas difíciles donde tus habilidades serán requeridas. Si de verdad quieres responder a su sacrificio entonces debes dar lo mejor de ti ¿has entendido?

Ayaka asintió, eso sin duda serían palabras que Kraz utilizaría. La niña sonrió con ánimos renovados, asintiendo al espíritu del santo del Cuervo al que desearía poder ver aunque fuera por un parpadeo.

Ah, ¿qué dices Kraz, algo más?… —el santo paró oreja al viento—. Está bien, también dice que por favor seas más amable conmigo y me consientas cuando venga a visitar…

Imposible le fue terminar la frase cuando un fuerte golpe se le clavó en la rodilla, causándole un gran tormento por el que casi cayó al suelo.

¡¡Eres imposible!! ¡¡Casi me engañas!! —bramó iracunda— ¡No tienes remedio, ya me voy! —sacándole la lengua para correr hacia la Torre.

¡No vuelva a usar mi nombre para sus sucios beneficios! —recriminó el fantasma del santo de plata, viendo como Kenai se quejaba por su rodilla.

Esa niña… tiene mucha fuerza, quizá la recomiende para Amazona o algo así —comentó adolorido—. No me culpes por intentarlo —rió con cinismo.

No importa la edad, sigue comportándose como si tuviera ocho años —Kraz dijo con pesar.

Aún estás a tiempo de arrepentirte —Kenai le recordó, poniéndose de pie para contemplar el fuego junto a su discípulo.

Deje de insistir, ya lo he decidido a mi entera voluntad.

Kraz estaba allí, su espíritu inmortal sobre el que no existían lesiones, ni viejas cicatrices. Se manifestó con las antiguas ropas que solía usar en el Santuario, pero en ésta ocasión eran de un color blanco celestial.

Si no fuera así no podría hacerlo, sabes las reglas —Kenai suspiró—. En otros tiempos tendría permitido utilizar tu cuerpo original como contenedor, pero en cambio ahora… Espero me disculpes por incinerarlo, pero no quisiera correr el riesgo de que pudieran utilizarlo para algo poco ético.

Y se lo agradezco, a mí tampoco me gustaría que fuera usado por otros…

Kraz no sentía pesar por su destino, Jamir era un buen lugar para sus cenizas. En vida siempre encontró reconfortante los parajes montañosos, en la muerte eso no cambiará.

¿Estás listo entonces? —inquirió Kenai al sacar la figura que años atrás talló en para su alumno.

Siempre —Kraz dijo con convicción—. Será un honor continuar sirviendo a Atena y al Santuario aún en la muerte. Por favor señor Kenai, ayúdeme a cumplir ese deseo. Estaré a su lado para ayudarlo en todo lo que me sea posible.

Jamás he podido negarme a la última petición de alguien que va a morir… o que ya murió en tu caso —el santo de Cáncer sonrió con camaradería.

Cáncer acercó la mano hacia Kraz para decir— Posesión de objetos —ocasionando que el alma del santo de plata se deshiciera en hilos de luz que se compactaron en una pequeña esfera que se arremolinaba con cierto descontrol. El shaman unió la pieza de madera y el pequeño torbellino, desencadenando un resplandor llamativo entre sus manos, el cual logró contener y aplastar entre los dedos.

Amigo mío, ahora serás más libre que cualquiera de nosotros —Kenai musitó solemne.

El santo levantó los brazos, liberando un torrente de luz que ascendió al cielo. En el firmamento toda esa energía comenzó a tomar forma mientras surcaba por los aires y el humo. Un chillido familiar se dejó escuchar por los alrededores.

El shaman contempló con alegría al cuervo de bello plumaje gris; cuando el sol tocaba sus plumas las hacía resplandecer como si fueran de plata. Le permitió lucirse como un pajarillo que utilizaba sus alas por primera vez.

El cuervo descendió, posándose en la mano que el shaman le tendió —Eres un presumido ¿lo sabes? —dijo al acariciarle la cabeza, notando como el inusual cuervo poseía los ojos del mismo color azul que Kraz—. Regresemos a casa, una Reunión Dorada nos espera.

FIN DEL CAPITULO 22

* Chaty = En egipcio significa VISIR, el segundo al mando del Faraón.

* Udyat = Técnica empleada por Assiut en el episodio 14 contra Albert. Por ella el Caballero de Géminis encarnó su más grande temor.